Loro de pico grueso
El hermoso loro de pico grueso y verde es la única especie viva de loro autóctona de Norteamérica. (Es el loro de las altas cordilleras, o «islas del cielo», que comparte con el colibrí de corona púrpura, la bisbita pintada y el cálao.
Los disparos, la tala y el desarrollo han eliminado a esta especie de su área de distribución americana, y los intentos de reintroducirla han sido infructuosos.
Está en la lista de observación del Estado de las Aves de 2014 y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos la incluyó en la lista de especies en peligro en 1973.
Las principales amenazas para el Loro son el comercio ilegal de mascotas, la pérdida de hábitat (principalmente debido a la tala) y el cambio climático.
Hábitat
Bosques templados de coníferas y bosques maduros de pino-encino, principalmente en el norte de México, en la Sierra Madre Occidental. Anteriormente se encontraba en Arizona y Nuevo México.
Loro de los pinos
Los loros piñoneros son muy sociables, se alimentan y posan en grupos. Suelen volar en V, como los gansos, cuando se desplazan de sus dormideros a las zonas de alimentación y, al igual que otros loros, emiten fuertes llamadas que pueden oírse a casi un kilómetro de distancia.
Se trata de una especie a la que no le importa el frío; a menudo se ve a los pájaros alimentándose en árboles nevados e incluso comiendo nieve como fuente de agua.
Al igual que muchas especies de loros, como la cotorra de vientre amarillo y la cotorra de frente dorada, la cotorra de pico grueso prefiere anidar en huecos de árboles, sobre todo en huecos de viejos pájaros carpinteros hechos en grandes y viejos álamos o pinos.
Las aves se alimentan de semillas de distintas especies de pinos y dependen de un suministro constante de conos, adoptando un estilo de vida migratorio que sigue los cambios en la abundancia de conos. Los loros de pico grueso incluso crían durante el pico de producción de semillas de pino.
Loros de pico grueso introducidos en México
Los loros de pico grueso mayores se reintrodujeron en las montañas del sureste de Arizona en la década de 1980, pero el esfuerzo fracasó, principalmente debido al desarrollo extensivo y a la depredación por parte de los halcones, especialmente los azores del norte. La iniciativa se abandonó en 1993 y el último loro introducido se vio en 1995.
Durante más de 10 años, nuestro socio Pronatura Noreste ha estado vigilando los nidos de loros sable en Chihuahua, donde verias fundacionesla ha ayudado a adquirir áreas protegidas para la especie.
En 2008 se confirmó por primera vez la nidificación de loros de pico grueso en cajas artificiales.